¿Qué es la carboxiterapia?

Consiste en la inyección de gas dióxido de carbono (CO2) por vía subcutánea con el fin de mejorar el aspecto físico del paciente, eliminar grasa localizada y flacidez en la piel. Esto se consigue gracias a que este tipo de gas, presente en el cuerpo humano, estimula la circulación celular y la oxigenación de los tejidos.

Tratamiento carboxiterapia

¿Para qué sirve la carboxiterapia?

Puede usarse para realizar distintos tipos de tratamientos. Aunque su principal función es eliminar grasa localizada y la flacidez de la piel, también se usa para aumentar la producción de colágeno con el objetivo de combatir estrías, celulitis, ojeras, pérdida de cabello o mejorar cicatrices en la piel.

¿En qué consiste el tratamiento?

Es una técnica sencilla que inyecta dióxido de carbono en el cuerpo del paciente, mediante una aguja delgada de forma completamente controlada. Estas inyecciones producen una vasodilatación inmediata de la vascularización, que conlleva el aumento del flujo sanguíneo en el área tratada. Favoreciendo así la oxigenación de los tejidos.

El gas carbónico pasa a la circulación y se eliminará a través de la respiración del mismo modo que el CO2 producido en el organismo.

Dependiendo de la zona tratada, cada sesión suele durar unos 30 minutos aproximadamente. El número de sesiones necesarias para conseguir los resultados deseados variará en cada paciente.

Lo ideal, y para potenciar los resultados, es realizar una dieta sana y practicar deporte después de cada sesión. Con ello conseguiremos quemar la grasa que se encuentra disponible.

No es un tratamiento doloroso, pero sí algo molesto en la entrada del gas al organismo.

Ventajas

  • Es un tratamiento mínimamente invasivo.
  • Mejora la calidad de la piel y su aspecto exterior. Consiguiendo un efecto casi inmediato.
  • Proporciona al paciente una mejoría de la circulación sanguínea.
  • El paciente se reincorpora de forma inmediata a su rutina diaria.
  • Carece de efectos secundarios.

Posibles riesgos y efectos secundarios

  • Dolor prolongado de hasta 3 días después de la sesión.
  • Hinchazón en la zona inyectada.
  • Sensación de ardor.
  • Comezón en la zona tratada.

Recuperación

Una vez finalizada la sesión, el paciente podrá reincorporarse a su vida cotidiana de inmediato. Aunque pasadas unas horas puede sentir algo de escozor en la zona tratada.

Para más información, no dude en pedir su cita de diagnóstico totalmente gratuita.