La carboxiterapia es nuestra gran aliada, gracias a sus múltiples usos y beneficios. En nuestra clínica la usamos en distintos tratamientos por su versatilidad. Si no la conoces, hoy te informamos de todas sus características.

¿Qué es la carboxiterapia y en qué consiste?

Consiste en un tratamiento estético no quirúrgico que aumenta la oxigenación de las células corporales mediante infiltraciones de CO2 (dióxido de carbono). Este gas ayuda a que el organismo produzca serotonina, histaminas y catecolamina. Estos neurotransmisores mejoran la circulación sanguínea y dilatación vascular.

El dióxido de carbono se infiltra por vía subcutánea, percutánea o intradérmica gracias a una aguja de grosor muy fino (prácticamente indoloro). Su aplicación va acompañada de un ligero masaje que facilitará la distribución de este dióxido incrementando el riego sanguíneo en la zona tratada.

La carboxiterapia también tiene algunas aplicaciones en el campo de la salud. Por ejemplo, paliar enfermedades causadas por problemas de circulación sanguínea o acumulación de grasa en las arterias.

Usos de la carboxiterapia

Este tratamiento se puede aplicar prácticamente en cualquier parte de nuestro cuerpo con distintos fines, por ejemplo:

  1. Reducir la celulitis. La mejora de la circulación ayuda a disminuir la acumulación de grasa, destruyendo las células adiposas.
  2. Eliminar grasa localizada.
  3. Borrar estrías.
  4. Atenuar las arrugas faciales.
  5. Disminuir la flacidez de la cara. El dióxido de carbono estimula la formación de fibras colágenas, favoreciendo la elastina que es primordial para aumentar la elasticidad y mantener la firmeza de la piel.
  6. Aclarar la pigmentación de las ojeras.
  7. Tratamiento contra el acné y cicatrices, gracias a que estimula las fibras de colágeno.

¿Cuáles son los beneficios?

  1. Aumenta la oxigenación del organismo.
  2. Mejora la circulación de los vasos sanguíneos.
  3. Reorganiza las fibras de colágeno, aumentando el grosor de la piel.

Número de sesiones y recuperación

El número de sesiones variará según el paciente y la zona a tratar y pueden durar entre 20 y 60 minutos. Tras finalizar la sesión, el paciente puede seguir con su vida rutinaria, puesto que sus efectos secundarios son mínimos: enrojecimiento de la zona, ligeros dolores, sensación de ardor o hematomas leves.

¿Qué tipo de paciente no puede someterse a un tratamiento con carboxiterapia?

La carboxiterapia está desaconsejada en pacientes con enfermedades cardíacas o pulmonares, embarazadas o mujeres en periodo de lactancia.

¿Cuánto tiempo dura el efecto de la carboxiterapia?

El efecto de la carboxiterapia disminuye poco a poco tras la sesión en función de la tendencia natural del organismo y variando según el paciente. En cambio, su efecto es acumulativo, es decir, se incrementa cada vez más con cada sesión.

En concreto, en el tratamiento contra el acné y cicatrices, una vez se alcanzan los resultados deseados, estos serán permanentes.

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