¿Qué es una liposucción?

La liposucción o lipoescultura es un tipo de cirugía de la remodelación corporal, destinada a corregir el contorno de ciertas áreas del cuerpo mediante la extracción de grasa o tejido adiposo. Una técnica que se puede aplicar en distintas partes del cuerpo como, por ejemplo: papada, brazos, abdomen, cartucheras, dorillas, espalda, flancos, muslos, cara interna de los muslos o pantorrillas.

¿Cómo es el proceso?

En este caso, previo a la intervención, el Dr. Herrero escucha y analiza atentamente las expectativas del paciente. Para posteriormente, evaluar su estado de salud y determinar la extensión de la acumulación de grasa en la zona a tratar. Una vez que el paciente haya sido informado y haya aceptado las condiciones del proceso, se le asignará una fecha para su intervención.

Este tipo de intervenciones requieren de quirófano y de un periodo corto de ingreso de entre uno y dos días, bajo prescripción médica. Además, una liposucción oscila entre 1 y 3 horas, dependiendo del área a tratar y de la cantidad de grasa a extraer. También, requiere de anestesia epidural o raquídea más sedación. A continuación, detallamos los pasos importantes de este tipo de cirugía.

Paso 1: Se realiza una pequeña incisión mediante la cual se introduce una cánula de liposucción entre los depósitos grasos situados bajo la piel.

Paso 2: La cánula está conectada a una máquina de aspiración. La cual, mediante determinados movimientos, producidos por el cirujano, disuelve la grasa y la succiona selectivamente para ir dándole la forma deseada al cuerpo del paciente. A veces es necesario realizar varias incisiones para eliminar todos los depósitos de grasa y conseguir los resultados esperados.

Paso 3: Tras la cirugía se colocará una prenda de compresión (faja) sobre la zona tratada para controlar la hinchazón y el sangrado, ayudando así a la piel a adaptarse al nuevo contorno. Una prenda que el paciente deberá usar durante un mes aproximadamente, siempre bajo prescripción médica.

 

¿Cómo es el postoperatorio?

En el postoperatorio es normal sentir el cuerpo pesado y las áreas liposuccionadas inflamadas y con hematomas. El dolor de la zona es parecido a la molestia que se sufre con las agujetas, después de unas horas duras de ejercicio físico. Cuanto más nivel de grasa hayamos extraído, mayores serán las molestias. Aunque la recuperación es gradual, lo normal es que pasados 7 días de la intervención el paciente pueda volver a su vida normal.

Los puntos que el paciente recibe en este tipo de intervenciones dejan cicatrices muy pequeñas y casi inexistentes, debido al poco grosor de la cánula de extracción.

Se trata de un método rápido, seguro y con resultados permanentes si el paciente se cuida y sigue las recomendaciones de su médico. Es recomendable esperar un mes aproximadamente a que la zona se desinflame para observar los resultados más definitivos.

 

Algunas preguntas frecuentes:

¿La liposucción es aconsejable para todo tipo de personas?

Es aconsejable para aquellas personas que tengan grasa localizada y que quieran eliminarla, y cuyo peso no exceda de la normalidad. No se trata de un método para perder peso o luchar contra la obesidad, sino de un método que nos ayude a remodelar nuestra figura.

¿Existe algún caso en el cuál no se recomiende desarrollar este tipo de cirugía?

Sí. No se debe realizar una liposucción si el paciente padece de problemas circulatorios, cardíacos o respiratorios.

¿Es necesario entrar en quirófano?

Sí, también requiere de un tiempo mínimo de ingreso hospitalario.

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