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CREÍ EN MI, LUCHÉ Y ME QUEDÉ.

Aunque para muchos de nuestros pacientes e incluso para nosotros mismos parezca que llevo aquí toda la vida, la llegada al equipo del Dr. Herrero es prácticamente reciente, sólo llevo unos meses; pero he de decir que la integración en el equipo ha sido plena y absoluta desde el primer momento. Éste es un equipo en el que me siento cómodo, tranquilo, apoyado y resguardado en todo cuanto hago, lo que hace que me sienta como en casa.
Tras deambular profesionalmente por diferentes empresas, puestos de trabajo, equipos e, incluso, llegar a aventurarme a montar mi propio negocio, un día llegó alguien, que tocó mi puerta, y me brindó la oportunidad de empezar una nueva andadura profesional junto a este gran equipo que forma hoy día la clínica del Dr. Herrero.

Todo iba a empezar con una simple prueba de trabajo de unos días en los que debería mostrar mi valía y mi profesionalidad, y tras pasar algún que otro largo tiempo en una búsqueda activa de empleo, supe que ésta era una gran ocasión, mi oportunidad; así que creí en mí, luché por demostrar quién era y cuánto valía y era cuestión de días que me comunicaran que me quedaba a formar parte de la empresa. Para mí, era un reto personal y profesional poder formar parte de un conjunto profesional como éste.
Tengo que decir, que hoy me siento muy orgulloso de poder trabajar y aprender junto a una persona de un renombrado prestigio en Sevilla como es el Dr. Herrero, en cuanto a cirugía plástica y reparadora se refiere; al igual que, poco a poco, he llegado a hacerme un hueco en la clínica con los tratamientos médico-estéticos junto a la Dra. Manrique, grande también donde las haya.

Puedo decir, que me considero el asistente indispensable de la doctora; ese eslabón entre doctora y paciente, que hace que el paciente se sienta cómodo, tranquilo y con la seguridad de estar en buenas manos.
Procuro los cuidados que determina e indica la doctora. Junto a ella, he profundizado en muchas técnicas y tratamientos de la medicina estética, pero he de confesar que mis dos técnicas favoritas son la carboxiterapia y los hilos tensores.
Esta primera, a pesar de no ser tan invasiva como otras técnicas o tratamientos, genera unos beneficios tan inmediatos y visibles por y para el paciente, con tan poco esfuerzo, que es una satisfacción ver la evolución de los pacientes y cómo ellos mismos te lo transmiten.

La segunda técnica que menciono, siendo un poco más invasiva que la anterior, es una de mis técnicas favoritas por el trabajo tan minucioso y cuidado que necesita, cosa que me asombra de la Dra. Manrique. Es una persona de la que admiro su praxis a la hora de realizar cualquiera de los tratamientos, pero cuando le veo colocar hilos tensores, es algo en lo que me podría llevar horas mirando cómo lo hace. Ya me fascina de ella su forma de pinchar, su sutileza en el trabajo, su forma de actuar, pero es que el momento en el que comunica que vamos a colocar hilos, para mí es como el día de reyes: me encanta estar ahí con ella en ese momento.

En fin, sólo tengo palabras de agradecimiento a la persona que confió en mí en su día y que ha hecho posible que hoy esté donde estoy, con la suerte de poder hacer junto a mis compañeras un trabajo tan bueno y tan bonito como el que hacemos día a día, sin estar presionados por la mirada penetrante de un jefe o un superior que te supervisa todo cuanto haces, y eso, hay que reconocer, que hace que las largas jornadas de trabajo que hay detrás de todo esto, sean mucho más llevaderas y amenas de lo que serían en cualquier otro sitio.
Me encanta el ambiente de trabajo que tenemos, me encanta mi trabajo. Orgulloso del equipo que formamos.

Fernando Díaz (Equipo de Medicina Estética – Quiromasajista)

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